La Asociación quiere cubrir las necesidades de sus asociados y asociadas, promocionando la autonomía de las personas afectadas por un Daño Cerebral, además de orientar, facilitar recursos y herramientas a los familiares y cuidadores ante una situación sobrevenida.
Actualmente ofrecemos los siguientes servicios:
Trabajo Social
El Trabajo Social pretende abordar las situaciones problemáticas originadas por el impacto social de un Daño Cerebral Adquirido. El objetivo último de todas las acciones que realiza, es la mejora de la calidad de vida de los/as afectados/as y sus familias, la atención de las necesidades sociales de los mismos y la promoción y el desarrollo de las personas.
Para ello, la intervención del Trabajador/a Social se centra en:
- dar información, asesoramiento y apoyo a los/as pacientes y sus familias, orientándoles y ayudándoles a afrontar la nueva situación social y haciendo accesible la gestión de los diferentes recursos de apoyo necesarios en cada caso y las ayudas que pueden gestionar (ley de dependencia, discapacidad, incapacidad laboral o legal…)
- potenciar los valores positivos y los recursos de cada familia, ayudando a desarrollar los que no tienen en ese momento.
- concienciar y formar a la población general sobre el Daño Cerebral Adquirido, qué es y cómo prevenirlo.
Intervenimos en todos los ámbitos donde se desenvuelve el/la paciente (familia, escuela, trabajo, entorno social…), adecuando cada intervención de forma individualizada, buscando alcanzar la mayor autonomía en cada caso y su reinserción familiar, social y laboral.
Además, intervenimos en todo el proceso rehabilitador, en coordinación con todos los miembros del equipo.
“Cada persona con daño cerebral sobrevenido es una familia con daño cerebral sobrevenido”
Neuropsicología
La Neuropsicología es una disciplina científica en constante desarrollo que integra las contribuciones científicas, profesionales y educativas de la Psicología con el desarrollo de las Neurociencias. Su función principal es estudiar las relaciones entre el cerebro, las actividades mentales superiores y el comportamiento y las emociones, aplicando ese conocimiento a los problemas clínicos y de la salud.
Centrándonos en la Neuropsicológica clínica como práctica profesional, podemos señalar dos grandes áreas de actuación: La Evaluacióndel daño cerebraly la Rehabilitación del mismo.
Si nos situamos en el campo de la Evaluación Neuropsicológica, debemos señalar que se trata de una actividad profesional compleja que abarca un amplio conjunto de métodos y estrategias que permiten al neuropsicólogo delimitar clínicamente el estado de las funciones superiores del paciente. Los objetivos por tanto de la evaluación neuropsicológica son: el diagnóstico, el pronóstico y el seguimiento de los déficits en las funciones superiores como consecuencia del daño cerebral. La evaluación debe ser flexible y adaptada, tanto al propósito que se pretenda alcanzar (diagnóstico, valoración de la efectividad de un tratamiento, obtención de información sobre un tema legal, investigación, etcétera) como a las peculiaridades de cada paciente, es decir, a sus necesidades, habilidades y limitaciones.
La Rehabilitación Neuropsicológica, abarca estrategias y técnicas de intervención que tratan de minimizar los efectos del déficit cognitivo, alteraciones emocionales y cambios conductuales presentes en personas con patología cerebral, teniendo como objetivo global, la máxima independencia funcional posible y mejorar la calidad de vida del paciente y de su entorno. Los objetivos de la rehabilitación neuropsicológica son, por tanto:
- Ayudar a la recuperación cognitiva
- Compensar, restaurar o sustituir los déficit cognitivos
- Entender y tratar los problemas cognitivos, conductuales, emocionales y sociales
- Modificar los trastornos de conducta
- Detectar como todo esto influye en su entorno
- Intervención familiar
- Consejo profesional
Los profesionales que habitualmente llevamos a cabo este tipo de rehabilitación somos los neuropsicólogos, hasta hace poco desconocidos. Somos profesionales de la psicología que trabajamos con los déficit cognitivos, emocionales y conductuales derivados del daño cerebral.
Las funciones cognitivas son los procesos mentales que nos permiten realizar cualquier actividad. Se trata de habilidades que utilizamos para aprender y recordar información, mantener nuestra atención, orientarnos en el espacio o en el tiempo, pasar un objeto por el umbral de la puerta, etc… Mientras hablamos, leemos, conducimos o preparamos el almuerzo hacemos uso de ellas. Son, por tanto, funciones cognitivas las capacidades de: atención, memoria, lenguaje, habilidades visoespaciales o las conocidas como funciones ejecutivas (planificación, organización, toma de decisiones…).
Psicología clínica
En el área de psicología clínica nos centramos en la atención de la persona afectada por el daño cerebral adquirido (DCA) como de la familia.
En la persona afectada, el daño cerebral adquirido (DCA) provoca alteraciones en distintas esferas, entre ellas la esfera emocional y el área comportamental.
Los cambios a nivel emocional experimentados por los pacientes con DCA dependen principalmente del resultado directo de la lesión cerebral en áreas vinculadas con la gestión, modulación y expresión de las emociones y del impacto directo de la pérdida de capacidades y autonomía, así como de su percepción subjetiva y de variables personales como el estilo de afrontamiento, creencias culturales, etc. Por otra parte, los cambios en el área conductual, se relacionan con la presencia o ausencia de comportamientos que previo a la lesión el paciente no presentaba.
En cuanto a la atención familiar, la psicología clínica se encarga de orientar emocionalmente a los familiares de la persona afectada, dado que en la mayor parte de los casos, son los principales cuidadores de la persona que ha tenido un DCA y que también padecen cambios en su nivel y calidad de vida previo, ya sea por un menor apoyo familiar, capacidad económica, etc.
En definitiva, la labor del profesional en el ámbito de la psicología clínica es la de facilitar la tarea de adaptación del paciente (y/o familiar), respetando sus valores, sus recursos personales y su capacidad de determinación, partiendo del principio de la mejora en las habilidades sociales, técnicas de autocontrol y estrategias de resolución de problemas, siendo la empatía uno de sus elementos más importantes. Todo ello, nos permite identificar las principales preocupaciones, necesidades y problemas de un modo específico, para posteriormente ayudar a la persona a tomar las decisiones que considere más adecuadas en función de sus valores e intereses.
Logopedia
La Logopedia es la disciplina que engloba el estudio, prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación humana, manifestados a través de patologías y alteraciones en la voz, el habla, el lenguaje (oral, escrito y gestual), la audición y las funciones orofaciales.
El lenguaje y la comunicación son indispensables para relacionarnos con nuestro entorno. Es por ello que la rehabilitación logopédica es una parte imprescindible en el tratamiento de los afectados por Daño Cerebral Adquirido. Tras un D.C.A. son muchos los casos en los que se ven afectadas las habilidades expresivas y comunicativas. Ese daño se manifiesta en muy diversos niveles: fonológico, léxico, morfológico, sintáctico, semántico, pragmático y/o comprensivo. Por otro lado, muchos de los pacientes con D.C.A. desarrollan dificultades en la capacidad de deglución, lo que afecta directamente a la alimentación del paciente, debiendo adaptar su dieta a las nuevas necesidades.
La figura del logopeda debe estar presente desde el inicio del daño con el objetivo de:
- Informar y asesorar a los familiares.
- Evaluar al paciente.
- Trazar objetivos de intervención.
- Rehabilitar las funciones alteradas o en su defecto dotar al paciente de herramientas para paliar sus dificultades.
- Coordinar la rehabilitación con otros profesionales que estén en contacto con el paciente.
La intervención del logopeda es indispensable no solo en las fases iniciales del Daño Cerebral Adquirido (fases crítica, aguda y subaguda), sino también en aquellos pacientes que se encuentran en la fase crónica del mismo. En estos últimos casos su labor está enfocada a preservar las funciones que mantiene. En otras palabras: la labor del logopeda es imprescindible no solo para recuperar las habilidades deterioradas; también para mantener las que perduran, con el fin de evitar un retroceso