ICTUS

Definición

El Ictus es un accidente cerebrovascular brusco y es la causa más frecuente de daño cerebral adquirido. En la actualidad, las enfermedades cerebrovasculares son uno de los problemas de salud pública más importantes. Son la primera causa de discapacidad grave en el adulto (tanto física como psíquica) y de dependencia. Es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres.

Causas

El Ictus ocurre por la muerte de las células nerviosas de la parte del cerebro afectada, por la falta de irrigación sanguínea y la ausencia de oxígeno, como consecuencia de un taponamiento o ruptura de un vaso que lleva la sangre al cerebro.

En función del fenómeno vascular que lo haya originado, podemos hablar de Ictus isquémico (por la disminución del flujo sanguíneo que recibe el cerebro a consecuencia de la formación de trombos) o hemorrágico (debido a la ruptura de un vaso sanguíneo encefálico debido a un pico de hipertensión o a un aneurisma congénito).

Factores de riesgo

Los factores de riesgo los podemos dividir en dos grupos, modificables y no modificables.

Los factores de riesgo no modificables hacen referencia a la edad, afecta más a personas mayores de 65 años, el género, afecta más a los hombres que a mujeres aunque es más mortal en ellas, los antecedentes familiares de ictus, el haber sufrido ya un ictus y la presión sanguínea elevada.

Con respecto a los factores de riesgo modificables hacemos referencia a aquellos que dependen de nosotros y de nuestro cuidado tanto físico como alimenticio como pueden ser la hipertensión arterial, e estrés, las enfermedades cardíacas, los malos hábitos, el colesterol, la diabetes mellitus, la obesidad o el estilo de vida sedentario.

Prevención

Entre un 80 y un 90% de los accidentes cerebrovasculares se pueden prevenir cambiando los hábitos de vida, ya sea manteniendo controles periódicos de la tensión arterial y del colesterol, evitando el tabaco, las drogas y reducir el consumo de alcohol, manteniendo una dieta equilibrada, practicando ejercicio con regularidad, evitando el estrés y descansando horas necesarias.

Síntomas de alarma

El Ictus requiere una intervención inmediata porque cuanto más tiempo dure la interrupción del flujo sanguíneo, mayor será el daño. Por ello, es importante una detección precoz de mismo, lo que nos ayudará a reducir la mortalidad y las secuelas.

  1. Dolor de cabeza de inicio súbito, de intensidad inhabitual y sin causa aparente.
  2. Pérdida de fuerza o sensibilidad de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco.
  3. Pérdida súbita de visión, parcial o total, en uno o ambos ojos.
  4. Alteración repentina del habla: dificultad para expresarse, lenguaje que nos cuesta articular y ser entendido por quien nos escucha.
  5. Sensación de vértigo intenso, inestabilidad, desequilibrio o caídas bruscas inexplicadas.
  6. Hormigueo de la cara, brazo, pierna o un lado del cuerpo.

Qué hacer si la persona está sufriendo un ictus

  1. Acomoda a la víctima: tumba a la víctima con la cabeza y los hombros un poco levantados. Usa un cojín, una almohada, etc.
  2. 112: llama a Emergencias y explícales los síntomas detectados y hora en los que comenzaron.
  3. Pérdida de consciencia: si respira, colócala en posición lateral de seguridad. En caso contrario, inicia una reanimación cardiopulmonar.

Nunca debes:

  1. Dar de comer ni beber a la víctima, ya que puede atragantarse.
  2. Forzarla para hablar o moverse.
  3. Administrar algún tipo de medicamento.
  4. Intentar sujetar a la víctima si aparecen convulsiones o se agita. Evita que se haga daño.
  5. Movilizar el cuello o ponerle cosas apretadas.
  6. Dejarla sola.
  7. Trasladar directamente a la víctima por tus medios sin esperar a los servicios de emergencias.

Rehabilitación

Cuanto más precozmente se inicie un tratamiento de neurorrehabilitación adecuado por un equipo interdisciplinar, mejores serán los resultados funcionales a largo plazo.

Los objetivos de la rehabilitación son lograr el mayor grado de autonomía posible, la recuperación de la autoestima y una inclusión social activa, normalizadora y satisfactoria.

La rehabilitación debe de ser un proceso integral, personalizado y dinámico.

El tratamiento específico dependerá del paciente concreto, de la evolución del proceso y del tipo de ictus.

1. Fase aguda: unidades el ictus, en las que se establecen medidas de diagnóstico, cuidados generales, tratamiento específico y control de complicaciones que permiten asegurar la mejor evolución para los pacientes.

2. Una vez superada la fase aguda los cuidados del paciente deben ir dirigidos a prevenir nuevos episodios y a rehabilitar las secuelas.

El neurólogo indicará el tratamiento para controlar los factores de riesgo así como fármacos para evitar la formación de las placas de ateroma o de nuevos coágulos.

Esta página web emplea tanto cookies propias como de terceros técnicas, para recopilar información estadística de su navegación por Internet y para mostrarle publicidad relacionada con sus gustos, así como para mejorar su experiencia de usuario. Al navegar por este sitio web, usted accede al empleo de estas cookies. Puede cambiar la configuración de su navegador para no aceptar su instalación u obtener más información en nuestra POLÍTICA DE COOKIES   
Privacidad